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Experiencia en el sanatorio
SANATORIO EN EL MONCAYO
Este Sanatorio es uno de esos lugares míticos en el mundo del misterio. Situado a pies del Moncayo, durante muchos años fue un lugar, en donde los enfermos de tuberculosis, eran tratados de esta enfermedad en un paraje rodeados de pinos y aire puro de la montaña.
En una noche de febrero, ventosa y con una ligera nevada, Grupo Daguian se adentro en el interior del sanatorio. En un primer momento, todos los integrantes del grupo hicieron una exploración de todo el recinto para poder conocer el lugar. Con numerosos cascotes, ventanas rotas y agujeros en el techo, el frio y algunos copos de nieve entraban en el interior del recinto haciendo que la sensación de frio fuera, casi igual que en el exterior. Con este panorama exploramos el pequeño crematorio, que se encontraba en un anexo del recinto principal, en donde la oscuridad envolvía todo el lugar. Con nuestras linternas y el ruido de nuestros pasos, el Sanatorio perdía su silencio, cuando un ruido hizo que todas nuestras linternas se dirigieran al lugar de procedencia. Con el corazón latiendo a mil y el pulso tembloroso intentamos buscar alguna pista del causante del ruido, pero tras unos segundos dejamos nuestra búsqueda.
Después de nuestra exploración del crematorio salimos a la calle, para adentrarnos por una de las numerosas entradas del edificio que desembocaba en un túnel estrecho y el que había numerosas goteras. En este ambiente frio y claustrofóbico, todos los integrantes del grupo pasamos el túnel para ir a uno de los numerosos pasillos del sanatorio. Con multitud de puertas a los lados del pasillo y con algunos cascotes de escombros, que en algunas ocasiones dejaban ver los antiguos baldosines, con forma de rombo que decoraban el suelo, seguimos nuestro camino hacia la capilla. En este lugar, Grupo Daguian monto el primer set para su primera sesión psicofonica. Sin ningún símbolo religioso de su pasado, y con numerosas pintadas en sus paredes, el grupo se dispuso a montar todo el aparataje: portátil, micrófono, altavoces, cámara fotográfica y de video. Con todo este material preparado, empezamos las primeras sesiones psicofonicas, sin ningún resultado cuando un ruido nos puso en alerta a todos los integrantes del grupo. Como si fuéramos atletas en la final de los cien metros lisos, salimos disparados hacia la procedencia de ese ruido buscando al responsable. Pero en un sitio como este, y con viento, cualquier ruido hace que nos pusiéramos en alerta. Dos integrantes del grupo, vieron una sombra bajar por la escalera donde justamente a pocos metros se encontraba un sensor de movimiento que nunca saltó pero ellos afirmaban ver esa silueta bajar.
La noche continuaba y el grupo cambio su set hacia el crematorio para probar mejor suerte. Montamos todo el aparataje, cerca de uno de los hornos, que tenían forma cilíndrica. En este segundo escenario, salieron algunos resultados aceptables, pero el cansancio y el frio hicieron mella en muchos integrantes del grupo. Tras despedirnos del lugar y de los entes que estuvieran allí, recogimos todos nuestros enseres para dirigirnos hacia nuestros coches y al hostal para descansar.
GRUPO DAGUIAN MADRID: MISTERIOS Y OVNIS
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