EL ESTABLO

     No era la primera vez que íbamos al lugar pero cuando llegamos, como casi siempre, entablamos conversaciones en torno a los temas que nos interesan.
     Para nosotros siempre ha sido importante hablar antes de llegar al sitio concreto. Nos produce una sensación de interacción, o más bien, de interrelación con los fenómenos que pudieran haber en ese lugar.
Os preguntareis por qué se bautizó con este seudónimo a este enclave, muy sencillo, porque alrededor del lugar propiamente dicho dónde íbamos a realizar la experimentación, parece haber lo que hubiesen sido en su día establos o vaquerías.
     Tras esas charlas pertinentes y de obligado cumplimiento, además de habernos nutrido con un buen bocadillo, nos volvimos a poner en marcha cogiendo cada uno los bártulos oportunos e inspeccionamos el interior de aquella casa. A la vez que íbamos introduciéndonos por sus diversas estancias pudimos comprobar que muy poca gente había paseado por aquellas habitaciones.
     Es fácil recordar que aquella noche, tranquila y apacible, fue de aquellas en las que pudimos haber realizado otro tipo de experimentación a tenor de la buena climatología. Nos referimos a que se nos pasó por la cabeza que en una próxima ocasión sería factible y si bien nos lo permitiese el factor tiempo, realizar una alerta OVNI privada.
     Curiosamente mientras íbamos de camino con nuestros vehículos por una estrecha carretera, pudimos ver algo que nos llamó mucho la atención a dos de los integrantes del grupo puesto que íbamos en un vehículo aparte, y era que pudimos ver a una persona que parecía vestir ropa de color naranja, parecido a un mono de trabajo, pero que según las horas que eran se hacía bastante extraña esa presencia deambulando por ese arcén estrecho. Evidentemente supusimos que era algo perfectamente explicable.
    
Metidos ya en faena y montado el equipo, nos pusimos manos a la obra.
     Una vez juntos y encomendadas las tareas para cada uno como es habitual, dos de los miembros del grupo fueron a depositar una de las grabadoras digitales a una estancia, que bien pudiera ser sótano de esa casa. Como es normal, la separación entre unos integrantes y otros se dio en ese momento., ¡cuál fue la sorpresa de uno de nosotros cuando estos dos compañeros se encontraban activando la grabadora que anteriormente mencionamos! Este compañero confundió a dos personas que él vio o más bien, vislumbro en un pasillo, pensando que eran los anteriores compañeros que se encontraban en el subterráneo de la vivienda. Nada más lejos de la realidad. En ese momento, los compañeros se encontraban aún abajo, en el sótano.
     Una de las anécdotas más llamativas de esta experimentación fue esta. La noche fue bastante tranquila, pero eso no quiere decir nada, ya que el lugar imponía bastante respeto y provocaba en nosotros una inquietud extraña. Pensamos que era normal, puesto que el enclave así lo sugería de forma imperativa para cualquier persona que se encontrase allí a esas horas tan llenas de misterio.
     Se obtuvieron algunas psicofonías, aunque como dijimos, no era la propia experimentación la que protagonizó aquella jornada, sino que fue la sensación que provocaba el estar allí.
     Una cosa nos quedó clara, y es que vamos a regresar a ese lugar por ser uno de los que más se prestan a diversas investigaciones.
     Saludos amigos!!! Hasta la próxima.
GRUPO DAGUIAN MADRID: MISTERIOS Y OVNIS