top of page

Historia de Belchite

                                      HISTORIA DE BELCHITE

Belchite es un municipio de la provincia de Zaragoza, España, situado a 49 km de la capital. Tiene una población de 1.636
habitantes (fuente: INE (2010)) y 273,58 km². Es la cabeza de la comarca conocida como "Tierras de Belchite".
Los primeros testimonios humanos en el territorio municipal de Belchite se hallan en la cueva de los Encantados y se remontan a la Edad del Bronce Antiguo y Medio, pero hasta la Edad del Hierro no hay constancia. Se ha asociado Belchite al asentamiento de "Belia" nombrado por Ptolomeo, asentamiento de la etnia ibera de los Sedetanos, aunque no hay pruebas fehacientes de ello, ya que se ha realizado la asociación por la mera homofonía. También se ha establecido posible relación con la ciudad y ceca de Belikiom, que se ubicaba en el entorno del río Aguas vivas. Los estudios más recientes, realizados en la primera década del siglo XXI, apuntan a la relación de Belchite con el asentamiento de Belgeda, ciudad celtíbera que Apiano nombra en el año 93 a.C. por el hecho de que sus habitantes asesinaron a sus dirigentes por haberse mostrado favorables a Roma. También se hace referencia a ella en la crónica de Orosio de la conquista realizada por Pompeyo en el año 75-76 a.C. del valle del Ebro. Las evidencias históricas establecen en el entorno de la actual Belchite un asentamiento celtíbero de algún grupo étnico denominado Bel-. La presencia romana queda evidenciada por el yacimiento del cerro del Pueyo, cuya cronología no es anterior a mediados o finales del siglo I a.C..5
presencia humana relevante. Es a finales de la Edad del Hierro cuando se producen asentamientos importantes.
La llegada del siglo XIX representa para Belchite el comienzo de un largo declive. A principios del siglo XIX fue escenario de una de las batallas importantes de la guerra de la Independencia, la batalla de Belchite de 1809 que formó parte de los hechos bélicos ocurridos durante el primer Sitio de Zaragoza.
El 16 de junio de 1808 el general Palafox se asienta en Belchite para presentar un frente de guerra al ejército francés. Dos días después, el 18 de junio, comienza una batalla cuyo frente se establece entre el entorno de El Calvario hasta el Pueyo y la Puebla de Albortón donde los españoles son derrotados (victoria reflejada en el Arco del Triunfo parisino).
En 1838, dentro de las guerras carlistas se produce otra batalla en tierras de Belchite. El 4 de marzo de 1838 las tropas carlistas comandadas por Juan Cabañero Esponera toman la población y se enfrentan a las liberales en el episodio conocido como la Cincomarzada en un intento de ocupar Zaragoza.
La revolución liberal implicó cambios en el sistema de propiedad de la tierra que se plasmaron mediante las desamortizaciones que hizo que la iglesia se desprendiera de muchas propiedades y que estas, lejos de redistribuirse equitativamente entre el campesinado, se acumularon en unas pocas manos arrendadas a campesinos pobres agrandando la brecha social. Hacia 1872, de nuevo se desata un nuevo enfrentamiento carlista que tiene su repercusión en la zona.
La última década del siglo XIX la inestabilidad de la comarca es notable produciéndose varios motines contra la autoridad municipal por el abuso en impuestos y la situación de los vecinos entre los cuales el analfabetismo estaba muy extendido y los beneficios del naciente progreso llegaban muy despacio.
El siglo XX marcó un importante hito en la historia de la villa de Belchite. Durante la Guerra Civil Española se produce en Belchite varios episodios bélicos que culminan con la destrucción del mismo y la decisión de los vencedores de la no reconstrucción de la trama urbana existente y la construcción de un nuevo asentamiento en las cercanías del antiguo.
El comienzo del siglo XX marcó una estabilización y una mejora en las condiciones de vida de los habitantes de la población de Belchite. La iglesia marcaba la pauta diaria de la vida vecinal y comenzaron a crearse, a su calor, asociaciones piadosas que agrupaban, principalmente, a mujeres.

Se produce la llegada a la comarca de la energía eléctrica y se realiza el tendido de la línea férrea del ferrocarril de Utrillas, hechos, que junto con la construcción del pantano de Moneva, fueron motor de progreso para la zona. En 1906 se inaugura el alumbrado público suministrado por la empresa de Albalate del Arzobispo de “Rivera, Bernad y Compañía”.
En 1904 se construye la estación de ferrocarril de la línea que unía las minas de Utrillas con Zaragoza, lo que facilitó enormemente el comercio con la cercana capital que favoreció la producción agrícola.
El beneficio económico proporcionó un aumento poblacional relevante y una animación social que se plasmó en la creación de diferentes asociaciones, tanto profesionales como políticas, las primeras de ellas de corte católico, a partir de 1917 se crean por iniciativa de las parroquias, o de la mano de la Confederación Nacional Católico Agraria y de la Asociación de Labradores de Zaragoza asociaciones que propugnan el mejor reparto de la tierra y de los medios de producción, abriéndose paso un pensamiento obrero y su traspaso a la vida política, aunque el socialismo tardó en arraigar.
Surgen diferentes figuras políticas y sociales como el que sería alcalde de Belchite, el socialista y miembro de la UGT Mariano Castillo Carrasco o Cándido Ortín, que crearon una Sociedad Obrera. Los años veinte deslumbran con sus avances tecnológicos y se construyen importantes infraestructuras, como carretera entre Belchite y Azuara y la finalización del embalse de Moneva que proporcionó en 1925 una amplia zona de regadío, que producen un crecimiento de los sectores secundarios y de servicios haciendo que la agricultura deje de ser el único motor económico.
Se abunda en los servicios públicos y comienzan a aparecer las primeras fábricas de transformación de los productos del campo. A ese calor se desarrolla un movimiento cultural que da luz a revista de Occidente y el surgimiento de deportistas como Dionisio Carreras “El Campana”, o cantantes, principalmente joteros. La dictadura de Primo de Rivera hizo que la iglesia recuperase gran parte de la influencia perdida.
La proclamación de la Segunda República en abril de 1931 trajo una mayor laicizad a toda la vida pública que llevó, incluso, a la intervención del clero en la vida política de la población. En Belchite se pleiteó por la propiedad del Santuario del Pueyo entre la iglesia y el ayuntamiento. Un punto importante fue la Reforma Agraria en la que participaron activamente organizaciones como la UGT, cuyo líder en Belchite era Mariano Castillo que fue representante de los obreros en la Junta Provincial de Zaragoza para la Reforma Agraria.
Tanto en Belchite como en otras poblaciones de la comarca había un buen número de labradores propietarios y jornaleros conservadores ligados a éstos que tendió a votar al partido derechista de la CEDA en las elecciones generales de 1933 y 1936. Estas personas se mostraban partidaria de los valores del orden social tradicional, el catolicismo y la propiedad.
El periodo republicano fue el de mayor esplendor de Belchite llegando a alcanzar la máxima población que ha tenido en su historia, el censo de 1935 fijaba una población de 3.810 habitantes, con tasas de analfabetismo en franca reducción y un florecimiento económico relevante.
En las elecciones de febrero de 1936 el PSOE se hizo con la alcaldía de Belchite nombrando alcalde a Mariano Castillo Carrasco. La población contaba entonces, según el censo de 1935, con 3.812 habitantes. El 18 de julio de 1936 se produce el fallido golpe de estado contra el gobierno republicano que desata la Guerra Civil. En Belchite y su comarca los falangistas y la guardia civil van pueblo por pueblo deponiendo a los ayuntamientos del Frente Popular y llevándose detenidos a los izquierdistas más significados, que más tarde serían “paseados” o asesinados a las afueras. Se estima que se fusilaron a un mínimo de 170 personas en los pueblos de la comarca. En Belchite es detenido el alcalde y su familia. Mariano Castillo se suicida el 31 de julio siendo su cadáver hallado en el lugar denominado las Borderas. Su hermano y su mujer fueron también ejecutados. Junto a ellos murieron políticos, maestros como el de Samper del Salz, campesinos, jornaleros y trabajadores, incluso un alcalde puesto por los sublevados, Victorián Lafoz y Benedí, alcalde de La Puebla de Albortón al oponerse al fusilamiento de los republicanos.
La población, que había sido ocupada por tropas falangistas tras el fallido golpe de estado y el comienzo de la guerra en julio de 1936, vuelve a manos de la República en septiembre. En 1938 cae definitivamente en manos facciosas.
Entre el 24 de agosto y el septiembre de 1937 se produce la denominada batalla de Belchite dentro de la ofensiva del ejército republicano destinada a la toma de Zaragoza y aliviar la presión que el frente Norte intentando evitar la caída de Bilbao y Santander realiza.
El 12 de octubre de 1939 Francisco Franco firma un decreto en el que concede los títulos de Muy Noble, Leal y Heroica Villa y la distinción de la Cruz Laureada de San Fernando a Belchite.
En lo sucesivo llevará Belchite el título de Leal, Noble y Heroica Villa. Y, además, es ordenado que se abra expediente para la concesión a sus defensores, colectivamente, de la Cruz Laureada de San Fernando. En la orden a que se refiere esa concesión se reconoce que El patriotismo y valor de los paisanos de Belchite les llevó a ponerse al lado de su guarnición, rivalizando todos, incluso mujeres y heridos, en actos de heroísmo.8

Pueblo Viejo, iglesia de San Martín de Tours.
Como consecuencia de la Guerra Civil española el pueblo quedó muy dañado. El régimen franquista decidido no reconstruir el pueblo y dejarlo como símbolo de "la victoria Nacional" y prueba de la "barbarie Roja". Para ello prohibió cualquier obra de mejora o reparación, solo se podían realizar pequeños apaños fácilmente removibles, y se emprendido la construcción de un nuevo pueblo que pasó a denominarse "el nuevo Belchite" en contraposición con el hasta entonces Belchite que se denomino "el pueblo viejo". En 1954 se inauguró por con la presencia de Francisco Franco la nueva urbanización que comenzó a acoger a los vecinos que hasta entonces residieron en las viejas casas dañadas por la guerra y en los pabellones del campo de concentración "la estabilizar para ser realizar visitas turísticas guiadas.
Pequeña Rusia" en el que también se alojaron los presos que trabajaron en la construcción del nuevo pueblo. No fue hasta 1964 cuando fueron realojados todos los vecinos de pueblo viejo. Fue poco a poco despojado y derruido, se recogió munición y elementos de forja como chatarra, tablones y maderas, así como elementos de cantería para otras construcciones que se realizaban en el pueblo nuevo o para labores del campo.
Tras la guerra la población de Belchite, cuyo censo en 1935 era de más de 3.100 habitantes, se queda en el entorno de los 1.500 habitantes. Reciben más de 10.000 personas al año.

GRUPO DAGUIAN MADRID: MISTERIOS Y OVNIS

bottom of page