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Historia y experiencia en el hospital

HISTORIA Y EXPERIENCIA DEL HOSPITAL PSIQUIATRICO  DE SEVILLA


Grupo Daguian Madrid se desplaza hasta Sevilla, donde se erigía un edificio, en un estado aparentemente ruinoso y abandonado, donde décadas atrás sirvió como hospital psiquiátrico. Junto a un parque, el edificio también dicho manicomio de Sevilla, sirvió para gente con enfermedades mentales. El complejo, consta de dos partes. Un lugar marcado por el horror, no en sí por el hospital, porque supuestamente tendría que servir para lo propio, la salud mental de las personas, que se encontraban ingresadas. Pero más allá de eso, escondía otro pasado oscuro, de presuntos malos tratos a pacientes, hacinamiento, mala higiene y alimentación, e incluso terapias que antes eran bien vistas, por el desconocimiento de la medicina psiquiátrica, y el diagnóstico de patologías y sus efectos, como la lobotomía, coma insulínico, o como las terapias mediante electroshock, descargas eléctricas que se proporcionaban al cerebro. A corto tiempo, cierto que tranquilizaba al paciente, aunque un era proceso de sufrimiento físico y psicológico bárbaro de tortura. Mas allá, de lo que padeciese mentalmente, si es que padecía de algo, no servía de nada, con respecto a su enfermedad o alteración mental que pudiera tener. Construido entre 1940 y 1960, y reformado y ampliado en 1970. Relatos de personas, que estuvieron tanto ingresadas, como personal médico, narraron sus atrocidades que se realizaban ahí dentro. Desde personas epilépticas, cualquier otro tipo de persona que diese un problema social era internada. Clasificado por convalecientes, tranquilos, epilépticos, idiotas, furiosos e incurables, se separaban a los enfermos, en secciones distintas y diferentes. Reservadas a cada sexo y tipo de trastorno.
Mediante la ley de vagos y maleantes, bastaba con la denuncia de un vecino sobre el comportamiento extraño de una persona al alcalde para que las autoridades ordenaran su internamiento, sin pasar por todo ello, sin ningún tipo de examen médico, ni orden judicial.
También el internamiento fue ampliado a homosexuales, considerados por entonces enfermos, e incluso represaliados de la Guerra Civil, y republicanos, etiquetados como ideología contaminada, a los que no sabían donde meter. Masificados, con unos 1.300 o 1.400 internos, el 80% llevaban más de ocho o diez años. Una vez dentro no se salía, tampoco siquiera muerto, pues contaba con cementerio propio. Prácticas como higienizarles, sacándoles a un patio con un camisón, tanto en verano como en invierno, donde un celador les rociaba con agua fría y otro les fumigaba con insecticidas.
Salas con una sola luz en el techo, y hacinados entre mucha porquería y entre sus propias heces. A los que los aislaban, les abusaban de psicofármacos, para dejarles sedados por largo tiempo. Unas personas maltratadas, que no olvidan y quizás ni perdonan desde el más allá.
Desde el grupo Daguian, estuvimos toda una noche, en su interior explorando, las estancias y distintas habitaciones y salones, en todas sus plantas, con documentación confidencial de pacientes, diferentes informes médicos, y documentación del distinto personal que trabajaba en la época. Camas, camillas y hasta medicamentos que utilizaban entre lo que nos encontramos distintos sueros, vías, antibióticos y anestésicos.
Procedimos a las grabaciones psicofónicas, pues el ambiente que se respiraba era muy denso, y un olor desagradable. En toda la noche, se estuvieron escuchando golpes y ruidos de diferente tipo, como en ventanas camillas, puertas, muebles en diferentes plantas, a pesar de la ausencia de viento, en aquella noche de verano en Sevilla. En las grabaciones, aunque voces no muy claras y audibles, obtuvimos como murmullos de conversación como si de la misma sala de espera del hospital se tratase. Alguna voz que decía “ayuda”, o “ayúdame”, se colaba entre aquellas paredes que presenciaron los métodos practicados en el auge, de la actividad del hospital psiquiátrico o manicomio.


GRUPO DAGUIAN MADRID: MISTERIOS Y OVNIS

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